viernes, 18 de abril de 2008

Dos poemas de Guillermo Pilía, poeta argentino...

NIEBLA

Hay sobre la madrugada un vidrio opaco:
caminamos a tientas, en lo ambiguo
entre la tierra y el cielo: así creemos
que caminan también nuestros difuntos.

Quizás se esparcirá también la niebla
sobre campos y canales, contra el muro
verdinoso de la infancia,
entre los juguetes y el incienso de Rimbaud.

Es este humo de Dios como una llaga
que se percibe apenas con dolor: la pupila turbia
del milagro evangélico, quizás
un ojo lisiado de la mañana y de la vida.



LUNA DE ALEXIS

Ha cambiado la calle: en otro tiempo
la noche era aquí más selvática: oscilaba
en la esquina un farol con el viento
del verano, grillos y ranas presagiaban tormenta
y venía del fondo de lo oscuro
un perfume profundo de quintas y de albahaca.

Pero allá sobre las casas, en la linde del cielo,
los mismos árboles refrescaban la atmósfera:
los tilos olorosos de noviembre, los pinos y cipreses,
los eucaliptos balsámicos: de aquellas
maderas inmortales brotaba a veces esta luna
que mi hilo contempla con mis ojos de
asombro.



Guillermo Pilía nació en La Plata en 1958 y es egresado de la carrera de Letras. Su obra poética está integrada por: Arsénico (1979), Enésimo Triunfo (1980), Río Nuestro (1988), Río Nuestro / Cazadores Nocturnos (1990), Huesos de la Memoria (1996), Caballo de Guernica (2000), Ópera flamenca (2003) y Herido por el agua (2005). Sus trabajos —tanto en poesía, como en narrativa y ensayo— le han reportado importantes premios nacionales y también en España, Francia, Estados Unidos, Chile y Ecuador, entre otros países. En la actualidad es director de la Cátedra de Literatura Platense “Francisco López Merino” de la Universidad Nacional de La Plata y prepara una antología de todos sus libros de poemas: Ansia de clara palabra. Contactos: calledelaire@hotmail.com, guillermo_pilia@yahoo.com.ar o bien Calle 17 n* 1331, 2* C, 1900 La Plata, Argentina.