lunes, 29 de agosto de 2011


A proposito de un POEMA DORMIDO,
de Lil Maria Herrera, en su libro "Di-versos, poemas traviesos"
(ADVERTENCIA: teclado anglosajon)


Los suenos no tienen dueno. Claridad y transparencia en el duermevela a que nos induce la poesia cuando, en un estado pleno de conciencia alterada por la poesia misma, ensonamos la relacion ludica a que se entrega quien explora el significado del concepto en la lirica y acepta como verdadero el enunciado poetico:

"El sueno sin dueno
esta dormido."

Del sueno de Dios nacen los mundos, segun antiguas y actuales cosmogonias hinduistas; del aliento de la divinidad dormida, en numero incontable. Se nos dice tambien que entre los pueblos del desierto australiano se atesora la nocion de que el mundo se recrea desde el sueno colectivo de la humanidad y, en las fuentes hebreas, donde abreva el mundo cristiano, Dios mismo (Genesis 1:27) reconoce que nos ha hecho a imagen y semejanza suya, con lo cual se nos reitera y afirma la capacidad creativa de mundos ideales y concretos a traves de lo onirico y lo ludico.

"Mi duena tiene sueno
y yo
poema suyo
quiero mecerla como en sus dias de infancia
en la hamaca idilica de sus paisajes interiores
a que se abandona cuando de hablar en versos
se trata."
parece decirnos el poema, y es porque Lil toma la palabra por su filo y con ella abre caminos hasta la fruta en el jardin de la poesia. Es, tambien, por la poeta concibe como dones inalienables de la humanidad todos los elementos (agua, mariposa, aire, viento en movimiento, flor y paisaje, entre muchos) que juega en la ronda a que nos convoca, como propiedad de nadie, como bienes inapropiables sino por breves instantes cuando quien lee, entra al juego. En este ambito no hay jueces, arbitros ni capataces, crueles en la administracion de las reglas y los castigos, justamente porque cada quien sabe que hacer para que la alegria sea repartida equitativamente entre quienes juegan. Esa es la metafora que veo en esta diversidad poetica que nos entrega Lil Maria, para que conozcamos, quienes aun no lo sabemos, la puerta de ingreso al alegre mundo en que converje el misterio poetico y la felicidad humana. Gracias, poeta por compartir.



martes, 16 de agosto de 2011

Un poema de EDGARDO GARRIDO PÉREZ, poeta panameño, biólogo de profesión, radicado en Alemania...

YO LAS QUIERO

Porque tienen esas caderas, esos labios,

y aquellos también, y el pedacito,

porque miran, porque no miran, por el pelo,

por la cintura, por las manos, por los pechos,

por la impudicia, por la calma, por el silencio,

por la palabra y el grito, por el llanto también,

y también

por el reproche mensual y sin sentido,

por la risa, por el baile, por la cama,

por la alfombra, por la hamaca y por el piso,

por la mesa, por la estufa, el escritorio,

por el aroma caliente, por el verano eterno,

los muslos de primavera, el sabor a fruta,

la piel irresistible, el pálpito salvaje,

por los pezones, por la voz ansiosa,

temblorosa, directa, rendida pluma,

y porque tienen

ese pegadito bien rico entre las piernas,

yo las quiero.

No importa de qué edad, de qué tamaño,

color, sabor, religión o envoltura,

o si tomaron la píldora o les está cambiando la vida,

yo las quiero.

No importa si se fueron,

si parieron, si sufrieron,

no importa si no me quieren,

no importa si se mueren,

si no aprendieron a maquillarse o si lo hacen,

si tienen cayos o usan zapatillas de cristal,

si tienen lentes, si les falla un ojo,

si se hicieron la cesárea o tienen patas de gallo,

si les gusta Neruda o Radio Caracas Televisión,

no importa si son negras, si son blancas,

no importa si tienen la regla, si les falta,

no importa si son chinas, no importa si son sirenas,

si son las indias bellas y silvestres

o las guerrilleras del Mediterráneo

-con o sin Gurka!,

no importa si son brujas, si son santas,

no importa si son monjas, si son putas,

si casadas o solteras, no importa!

viudas, queridas, feministas, presidentas,

biólogas de campo, intelectuales, barrenderas,

doctoras en Derecho Islámico, Virgen María, galletas maría!,

rectoras de universidades, matronas de burdeles,

que vengan a pie descalzo o en litera,


no importa cómo vengan,

yo las quiero.



Edgardo Garrido Pérez

edgardoga@hotmail.com